Misterios De Videojuegos Malditos E
Historias
Polybius
Según la leyenda urbana,
un juego nunca antes visto había aparecido en varios suburbios de Portland,
en partes de Oklahoma y según afirman muchos, también en el norte de
California, Estados Unidos, conocido como Polybius. El juego supuestamente
fue fabricado por una empresa llamada Sinneslöschen (en alemán "pérdida de
los sentidos" y programado por Ed Rottberg. Se especuló que la compañía
Sinneslöschen formaba parte de una organización secreta del gobierno o que
se trataba de un nombre en clave de Atari. En el juego, el jugador manejaba
una nave que disparaba a una serie de enemigos mientras las fases se
desarrollaban con una temática tipo puzzle. Así mismo, todos los testigos
coincidían en que una particularidad del juego era que la nave no se movía
con el mando, sino que la pantalla rotaba alrededor de la nave. El juego
constituía una revolución por aquella época, y su aspecto gráfico, de
colores vivos y abundantes efectos lumínicos, constituyó una fuerte llamada
de atención para todos los fanáticos de lo pixelado. Al poco tiempo, el
juego se hizo muy popular, hasta llegar al punto de la adicción en algunos
jugadores. Siempre se formaban largas colas para poder jugar. Los relatos de
las personas que tuvieron la oportunidad hablaban de combinaciones de luces
y gráficos estroboscópicos, que contenían mensajes subliminales. El juego
provocaba a los jugadores graves efectos en el cerebro, como mareos,
convulsiones, vómitos, pérdidas de memoria, alucinaciones auditivas y
ópticas, ataques epilépticos y terrores nocturnos. También aseguraban ver
caras fantasmales por el rabillo del ojo recorriendo la pantalla del juego a
una velocidad casi imperceptible, así como mensajes que instaban al suicidio
o al asesinato. Muchos afirman haber oído voces y lamentos entremezclados
con el fortísimo y confuso sonido del videojuego. Curiosamente, la máquina
al principio provocaba una gran adicción, para después generar un odio
visceral al mismo. Los jugadores olvidaban en que consistía el juego de
forma escalonada, por lo que hoy en día es casi imposible encontrar un
testimonio de alguien que haya conseguido jugar y lo recuerde a la
perfección. Cuando se cerraban los salones de juegos, algunos testigos
afirmaban ver a dos hombres con trajes negros (“hombres de negro”) que
entraban a hablar con el dueño de los salones y tomaban notas en virtud de
los efectos que el dependiente les relataba. Esto acrecentó la sospecha de
que la máquina pertenecía al gobierno estadounidense. Un par de testigos
aseguraron que estos señores se habían olvidado de salir del menú de
opciones y que cuando miraron a la pantalla contemplaron atónitos como
habían en los mismos parámetros tales como pesadillas, terrores nocturnos,
amnesia o alucinaciones auditivas y mensajes subliminales.
Finalmente, la prensa local de Portland se hizo eco del fallecimiento de un
jugador que sufrió un ataque epiléptico mientras jugaba. Al día siguiente,
empleados de la compañía, vestidos como siempre de negro, acudieron a todas
las salas en donde se había instalado el juego y desmantelaron todas las
unidades, haciéndolo desaparecer para siempre.